Marynes Rojas es una joven venezolana que reside en Barcelona. Es consultora en diseño y economía circular. Se dedica principalmente al acompañamiento de empresas y organizaciones que deciden dar un paso adelante hacia la circularidad. Este acompañamiento lo hace a través de consultorías, workshops, charlas y diseño de experiencias.
Platicamos con Marynes sobre su experiencia en el mundo del diseño circular y esto fue lo que nos contó:
1. ¿Cómo decides entrar al mundo del diseño circular?
Desde pequeña todo el tema de la creatividad estaba fuerte ahí y por una serie de razones decidí estudiar diseño gráfico. Estudié la carrera y comencé a trabajar. El diseño gráfico estaba bien pero siempre quería hacer algo más. Soy una persona muy curiosa.
Empecé a trabajar en un estudio y vi que quería acompañar en otras cosas, no solo en la parte gráfica, no solo resolver problemas gráficos. Era el boom de las apps y entonces me metí en todo el tema digital. Hice un posgrado donde aprendí sobre el diseño de experiencia de usuario y me gustó mucho.
Al seguir trabajando me fui dando cuenta de que me gustaba lo digital pero me gusta más la parte de conceptualización, la parte de estrategia. Toda la parte que hay detrás de un producto o de un servicio. Entonces fui cogiendo más responsabilidades. ¿Cómo he parado en el mundo del diseño circular? Pues supongo que como todo el mundo, a través de crisis personales de preguntarme sobre lo que estoy haciendo con mi vida. Estaba muy contenta con mi trabajo pero ese punto de curiosidad, ese punto de inconformismo, de querer más. No estaba feliz con el cliente final, o sea, el impacto que tiene el producto no estaba alineado conmigo.
Tuve una crisis, y fue en ese momento que pensé que podía juntar lo que yo hago con lo que realmente me mueve y me apasiona, que es el tema ambiental y de impacto social. Fue cuando descubrí la economía circular y dije “ok, esto tiene salida, esto se ajusta a lo que estoy buscando”. Comencé a entrar en el mundo del diseño circular y aquí estoy. Hice este salto de carrera y obviamente es algo donde siempre hay más, todo lo que es diseño sistémico, al final se trata de abarcar más. Yo me lo imagino como círculos que van creciendo.
El diseño estaba en el centro, está resolviendo un tipo de problema más visual y vas ampliando a experiencias, a productos, servicios, a sistemas.
2. ¿Ecodiseño, diseño circular, economía circular ... podrías explicarnos brevemente cada uno?
Ecodiseño y diseño circular es lo mismo, cambia el nombre pero sí que la economía circular es algo diferente. Puedo empezar con lo que es el ecodiseño o el diseño circular y como lo veo yo es que puede ser una disciplina, una metodología, es casi un estilo de vida. Una vez entras en eso pues ya lo llevas a todo lo que haces.
Lo que hace el diseño circular o el ecodiseño es incorporar durante las fases de conceptualización o el desarrollo de un diseño, (ya sea un producto, servicio o experiencia), medidas o acciones para disminuir los impactos sociales y medioambientales que va a tener ese diseño. Hay un dato que siempre lo repito cuando doy charlas “ El 80% de los impactos medioambientales de un producto se deciden en la fase de diseño”. Entonces claro, es un momento tan decisivo que tienes que tenerlo en el core para evitar problemas al final.
Hay una frase que me gusta mucho “una vez que haces unos huevos revueltos, no puedes volver atrás”, es un poco lo mismo. La gran diferencia que veo entre el ecodiseño o diseño circular con el diseño tal cual es que, no solo nos centramos en una parte cuando diseñamos. El diseño circular tiene en cuenta todo el ciclo de vida de ese producto o servicio. Desde donde se va a obtener la materia prima para crear el producto hasta que…ok, lo has usado y queda inútil¿Qué pasa con este producto? ¿qué hacemos? ¿lo tiramos?- qué es lo que pasa ahora- o hacemos que ese producto vuelva para recuperarlo. Al final, el core es ese.
¿Y cuál es la diferencia del ecodiseño/diseño circular con la economía circular? digamos que la economía circular es el paraguas, la madre de todo. Es un modelo económico pero yo lo llevo mucho al modelo de vida. Es cambiar todo lo que hacemos, desde cómo producimos, cómo consumimos, todo.
El modelo circular lo que hace es imitar los procesos naturales de la naturaleza. En la naturaleza: naces, vives, mueres y vuelves a formar parte de un todo. Es circular, se mantiene el valor siempre. En este modelo circular es lo que se busca. Cuando se crea algo y cómo se puede alargar al máximo la vida útil de ese producto o de ese servicio, ¿qué puedo hacer para que eso se mantenga por mucho tiempo en la cadena? Esto al final es la diferencia al modelo que tenemos actualmente que es un modelo lineal. En el modelo lineal: extraemos, producimos, consumimos y tiramos. Y nos olvidamos de eso. Entonces, todo lo que has puesto, toda la energía, los recursos, se tiran y no se recuperan.
Esto estaría bien y no sería un problema si el planeta con recursos infinitos que estén por todos lados pero este no es el caso. El caso es que tenemos un planeta finito con recursos que se están acabando y no podemos seguir a este ritmo y que no es sostenible de ninguna de las maneras. Son estas las diferencias.
3. ¿Cuál es el principal reto al que se enfrentan las personas que apuestan por el diseño circular?
Muchos. Yo diría que el principal reto es el desconocimiento, es el primero de todos. Digamos que es “algo nuevo”, antes nuestro padres y nuestro abuelos hacían economía circular sin saberlo. El típico ejemplo es el del lechero: te traía la leche y luego devolvías el envase. No estabas comprando bricks y tirándolo, era impensable para esas generaciones. Por lo tanto es volver a lo de antes pero con el conocimiento y tecnología de ahora.
Los retos son : desconocimiento o falta de formación en diseño circular. Cuando hablamos de un producto físico como una botella o teléfono, como es algo más palpable, es más “fácil” de entender ese ciclo de vida. Pero cuando entramos en otro tipo de diseño como el digital o de experiencias, cuando las cosas son intangibles no hay formación ni información adecuada para que un diseñador o diseñadora haga la transformación fácil, requiere un esfuerzo y salir de la zona de confort totalmente.
Todavía no hay una información clara sobre materiales y proveedores. Justamente me pasó que lo comentaba con una amigo que me comentó que quería hacer unas bolsas lo más circular posible, compostables, pero no había un proveedor exacto. Hay proveedores que por ejemplo vienen de Canadá, pero eso deja de ser lo más sostenible si viene desde la otra punta. Entonces es buscar algo local.
Todavía falta mucha información, necesitamos más referentes. Cuando te metes en esto, ya sea para diseñar o a emprender, eres pionera. Eso tiene sus ventajas y tiene sus problemas porque al principio estás en el mercado sola pero luego hay el problema de que no tienes esos referentes de quien aprender. Cada día es nuevo, cada día es darte contra la pared o un obstáculo nuevo, cuando crees que ya lo tienes, aparece otra cosa. Es una carrera de obstáculos. Si emprender ya tiene sus dificultades, en un modelo circular pues cuesta. No nos vamos a engañar.
4. ¿Puedes contarnos un poco sobre algún caso o proyecto que hayas asesorado?
Hay que entender que cuando hablamos de economía circular vamos a modelos de medio o largo plazo, el impacto no es inmediato. Ahora estamos muy acostumbrados a hacer algo y tener un resultado al día siguiente. Las cosas llevan más tiempo ya que estamos cambiando desde sistemas, hábitos, a nivel gubernamental entran nuevas normativas, las empresas, es un cambio bastante gordo. Cambiar una pieza requiere tiempo. Por ejemplo, sí que hice una consultoría para una empresa de comunicación.
Al final ser circular no solo es cambiar un producto físico también hay servicios intangibles, puede ser una campaña de comunicación o una agencia de comunicación que son facilitadores para esta economía de impacto. Esta agencia quería transformarse y trabajar con proyectos de impacto. Con ellos hicimos todo un rediseño interno de procesos. No te puedes levantar una mañana y decir “quiero ser circular”, entonces debemos saber que significa ser circular para tu empresa, a qué metas podemos llegar en un corto a medio plazo, hacia dónde queremos ir a largo plazo y empezar. Tuvimos mucha suerte porque este equipo estaba muy alineado a lo que quería pero mientras más grande la empresa es más complicado.
Es como mover una lancha vs mover un trasatlántico. Es complicado pero no es imposible pero al final debes alinear a más stakeholders, explicarles, acompañarles. Hay que entender muy bien hacia dónde quieren ir y cuáles son las consecuencias de ir allí. No puedes hacerlo de la noche a la mañana pero empezar ya es lo más importante.
Hacer cambios que llevan tiempo, mientras más lo retrases, tu competencia y otras organizaciones o entidades van a tirar la carrerilla. Lo mismo pasa con el diseño, cuando los diseñadores que dan este paso será mucho más fácil que hagan la transformación que no los que todavía no lo saben o se lo están comenzando a plantear. Quien tenga la información y se ponga a trabajar, irá más rápido.
5. ¿Cuál crees que será el futuro para el diseño circular?
Lo que me gustaría y lo que creo que va a pasar, y por experiencia es, que nos guste o no esto va hacia ahí. Si no haces nada, otros lo van a hacer y te vas a quedar atrás. El diseño circular es el camino que ahora veo más viable, donde se piense realmente en todo el impacto que se está generando.
No solo es pensar en el beneficio económico que va a tener un producto sino pensar en el impacto que va a tener en el medioambiente y en las personas. Yo siempre digo que cuando algo es muy barato y no tiene un precio justo, es porque alguien lo está pagando y no somos nosotros.
El diseño aquí es fundamental. Para mi el futuro del diseño circular es fundamental ya que como diseñadores somos los facilitadores de cambio, resolvemos problemas, alineamos equipos, depende en qué área del diseño estés y disciplina. Es muy necesaria la parte creativa para resolver problemas tan complejos como los que tenemos encima.
6. ¿Algún consejo para todos los emprendedores sociales?
Resolver y entender bien los problemas reales. Entender y enamorarse de ese problema al punto de vivirlo. Lo entiendes a profundidad, colaboras con los afectados o afectadas de ese problema, o sea, no eres tú en un despacho que se pone a diseñar cosas. Entender el problema y validar, esto es lo principal si quieres emprender cualquier cosa. Si que en emprendimiento social y medioambiental, es importante el modelo de negocio.
A veces se confunde una empresa social con una ONG que no gana dinero. Hay que pensar en el modelo de monetización desde el inicio y si no está muy claro pues buscarlo. Al final los proyectos que comienzan solo pensando en ese problema, acaban siendo ONGs. Si quieres un emprendimiento y quieres unos beneficios económicos de ese proyecto hay que pensar en estas tres patas. Sobre todo colaborar con los involucrados, no se debe cerrar uno y diseñar un producto o servicio aislado.
Es súper importante colaborar con los stakeholders, con las personas afectadas. Colaborar también con otros proyectos que se estén haciendo similar aunque no en el país o en la ciudad en la que estás. Busca referentes fuera, en otros sectores. Yo siempre digo que competir ahora mismo ya está muy pasado de moda, no se gana nada compitiendo. Hay que ir más hacia la colaboración.
Yo estoy en un proyecto donde hablamos con los competidores y no hay ningún problema. El saber pedir ayuda y poder colaborar con otras entidades es importante, nunca sabes cuándo se puede crear una sinergia que sea un win-win para ambos proyectos. Resumiendo los consejos serían: entender el problema, validar, buscar la monetización y colaborar. Estos serían los 4 grandes consejos para emprender.
Para más información sobre diseño circular, visita la página de
Marynes Rojas
Para conocer proyectos de impacto social en los que puedes participar visita
U4IMPACT
Deleitewear: marca de ropa creada por mujeres que confía en la moda sostenible
Deleitewear es un proyecto liderado por mujeres que confían en que existen otras alternativas al modelo fast fashion. El objetivo de esta marca de ropa española no solo se basa en el beneficio económico, sino que también se preocupa por el beneficio medioambiental y social, apostando por la moda sostenible y circular.
Tuvimos la oportunidad de contactar con el equipo de Deleitewear para conocer más sobre el gran trabajo que hacen y esto fue lo que nos comentaron:
1. ¿Cuál es la historia de vuestra startup?
`Cuando pienso en el origen en la startup creo que la idea estaba presente en mi hace años pero fue en la pandemia cuando se hizo realidad. Quizás porque cuando encierras a una boomer y una millenial poco convencionales en una casa durante 3 meses saltan chispas. Por suerte, en una de estas chispas, mi madre modista de la postguerra nos debió iluminar y decidimos fundar nuestro proyecto de moda upcycled[
`DELEITEWEAR](https://es.deleitewear.com/).
Las fundadoras somos Laura y yo, (mi hija y yo). Laura es diseñadora de moda. Y yo nací entre costuras. La abuela de Laura era profesora de corte y confección en Valladolid. Una artista en sus creaciones. Cuando yo tenía la edad de Laura decidimos crear un taller de confección. Con la ilusión, del que cree en su proyecto, nos fuimos a hacer prospección a Barcelona; ciudad condal conocida por ser pionera en talleres de confección.
Era finales de los 80, y nuestro sueño rápidamente se esfumó. Los encargados de los talleres nos aconsejaron, con lágrimas en los ojos, que nos olvidáramos de la idea. Sus negocios agonizaban porque los chinos confeccionaban con costes inimitables. ¡Cierto! empezamos a ver prendas en las tiendas a precio de coste español.
Recuerdo a mi madre remirando las prendas y diciendo: – ¡pobrecilla qué miseria han debido pagar a la señora china que ha cosido esto para que el precio final sea tan barato en el otro lado del mundo!¡Con la de puntadas que lleva! Evidentemente, era un modelo de negocio imposible de replicar. Así que yo me dediqué a estudiar Económicas y Empresariales. Y mi madre siguió con su Academia de Corte y confección en Valladolid.
Abandonamos nuestra idea de emprendimiento y dediqué mi carrera profesional a otro sector. Sin ser consciente, estaba ante el inicio de la “fast fashion”. Nadie la llamaba así, claro.
Acabé en Madrid trabajando en una gran empresa y en mi tiempo libre me incorporé a un voluntariado donde acompañaba a prostitutas drogadictas para que cogieran fuerza y reencontraran su autoestima, su dignidad. Allí íbamos, mi primera amiga de Madrid, Bibi, y yo, con los ojos abiertos como platos. Todas las semanas íbamos al piso de Mesón de Paredes lleno de mujeres con historias de ponerte los pelos como escarpias.
El piso lo llevaba APRAMP (Asociación que rescata a niñas y mujeres de la trata de blancas). Fue una experiencia vital que siempre recordaremos, allí estuvimos colaborando hasta que me quedé embarazada. En aquellas épocas había mucho riesgo de SIDA y decidí ser prudente por mi Laurita. Mi Laura que a los 6 meses ya jugaba con el metro.
Tras 24 años, Laura que nació en plena “fast fashion”, ha heredado la creatividad de su abuela y como diseñadora e investigadora del sector textil, se siente responsable de hacer otra moda porque el planeta no se puede permitir ceder más recursos a la “fast fashion”. Ha trabajado en Londres, Berlín y Amsterdam y se ha enamorado de la economía circular, el upcycling como forma de rescatar tejidos de calidad y crear ropa para mujeres reales.
Yo, últimamente me he dado cuenta de que mi vida también es circular por dos hitos que me tienen impactada:
2. ¿Cuál es la diferencia entre reciclar y hacer upcycling, downcycling?
Si buscamos la palabra española para “upcycling”, hablaríamos de suprareciclaje. El prefijo “supra” o “up” del inglés, nos indican que, al reciclar el material en cuestión, este es revalorizado. Lo contrario sería el “downcycling” o infrarreciclaje, donde el nuevo material reciclado pasa a ser de una calidad inferior.
Cuando llevamos las prendas al contenedor de reciclaje, nos imaginamos que las materias que componen los tejidos se pueden transformar otra vez en su forma original para volver a empezar el ciclo. Sin embargo, menos del 1% del textil es reciclado en nueva ropa.
¿Por qué?
El textil es un producto muy complejo. Las fibras necesitan de unas cualidades específicas para poder hilarse y tejerse adecuadamente. Tanto el reciclaje mecánico como el químico disminuyen la calidad de las fibras tratadas, reduciendo mucho sus posibilidades de hilatura y posterior tejeduría. Por lo que, para para poder generar tejido y prendas nuevas, se necesita mezclar la masa del reciclado con nuevas fibras vírgenes. Cuantas más mezclas de diferentes materiales hay en un producto más complicado será su reciclaje.
Por eso, la mayoría del reciclado consiste en entregar la ropa a otras industrias que usan el producto en aplicaciones de menor valor, por ejemplo, material aislante, paños para limpiar y relleno de colchones, todos los cuales son actualmente difíciles de recuperar y, por lo tanto, probablemente constituyan el uso final. Esto sería hacer “downcycling”, lo opuesto del “upcycling”.
El reciclado parece buena opción para tejidos que están muy defectuosos.
Pero atentos, cada segundo se tira o se incinera un camión de basura textil en el mundo con prendas que se han puesto tan solo una media de entre 7 y 10 veces. Mas de la mitad de estas se produjo hace menos de un año. Esto es una media, por tanto, probablemente la mayoría de los tejidos están prácticamente nuevos y sin estrenar. Lo más lógico es aprovechar estos tejidos antes de considerarlos residuos defectuosos y pasar a un infrareciclaje. Esta idea es la que nos lleva a hacer “upcycling” en DeleiteWear.
En DeleiteWear utilizamos tejidos de calidad como camisas de hombre y sábanas, la mayoría nuevos por el reducido uso, y nos servimos de la creatividad como aliada para reencarnar esas prendas en nuevas colecciones, evitando consumir recursos naturales del planeta. Utilizando herramientas de diseño y patronaje, buscamos una metodología escalable que se aplica a la producción para evitar los altos costes de la artesanía y presentar precios más asequibles. De esta forma, la moda sostenible puede llegar a más público.
Por explicarlo más visualmente, en el caso de las camisas, con el suprareciclaje eliminamos las partes desgastadas normalmente cuellos o puños y utilizamos el resto de tejido de algodones peinados de calidad, que necesitaron miles de litros para producirse.
Se revaloriza el tejido y se crean nuevos diseños con técnicas meticulosamente pensadas para aprovechar al máximo los tejidos y sin consumir del planeta nuevas materias vírgenes. De no ser así, en el mejor de los casos, estos algodones acabarían siendo relleno de cojines (downcycling).
La organización líder en la transición hacia la moda sostenible, Fashion Revolution, calculó en 2020 que, con tan solo extender la vida de un producto textil nueve meses más, ya conseguimos reducir su huella de carbono, su huella hídrica y su huella como residuo, entre un 20 y un 30%. Es una gran oportunidad extender la vida de los tejidos para seguir disfrutando del deleite de vivir en nuestro planeta tierra.
3. ¿Cuál es el proceso de la cuna al producto de la materia prima con la que trabajáis?
Yo creo que lo mejor es que lo veáis, en estos videos contamos el proceso de forma transparente.
Link al video.
4. ¿Cuál es la percepción de vuestros clientes? ¿Qué valoran de vuestro producto?
Valoran la historia que hay detrás del producto, “En Deleitewear reencarnamos prendas que empoderan a las mujeres”.
Desde un punto de vista medioambiental, nuestras clientas valoran que nuestras colecciones provengan de salvar tejidos de calidad evitando doble contaminación, la de producirse y la polución de ser desechado o enterrado, estamos hablando de aproximadamente de 1 millón de toneladas de basura textil al año en España.
Desde un punto de vista de moda, valoran que nuestras prendas sean alegres y mediterráneas, normalmente la moda sostenible suele ser básica y más sobria. Además de ser flexibles y adaptables, empoderando a la mujer real. ¡Nos encanta el positivismo corporal y de la edad!
A diferencia del fast fashion producido en serie hoy en día, en Deleitewear, cada pieza es única. Cada prenda upcycling tiene su propia historia transformada en diseños alegres y está exclusividad también gusta.
Desde un punto de vista social, nuestras prendas están confeccionadas por mujeres valientes que han salido de la esclavitud sexual, comprando Deleitewear empoderamos a estas heroínas.
5. ¿Qué les dirías a los estudiantes para animarlos al uso de la economía sostenible?
Les diría que como consumidores tenemos la llave para cambiar el rumbo del cambio climático apoyando con nuestra compra a empresas que se preocupan de que la humanidad sea sostenible a largo plazo. Empresas que con transparencia demuestren que lo que dicen es cierto, porque el planeta permanecerá pero si en 10 años sube la temperatura 1,5º los humanos no podremos seguir respirando, disfrutando del agua como hasta ahora, muchas ciudades costeras desaparecerán..
Cuando pagamos por una camiseta lo mismo que por un café, es porque alguien está costeando la diferencia: la naturaleza y la persona que trabaja en condiciones poco dignas, más bien infrahumanas.
La industria de la moda es, según la ONU, la segunda más contaminante del planeta tras las petroquímicas: produce más emisiones de carbono que todos los vuelos y transportes marítimos internacionales juntos.
En un mundo en el que los investigadores del CSIC insisten que el éxito no es vencer al COVID-19 sino evitar las pandemias. Es esencial caer en la cuenta de que no hay suficiente dinero en los estados para compensar el daño que nos hacemos los humanos al seguir explotando frenéticamente los recursos finitos de nuestra Tierra, que es la única que nos puede proteger de las zoonosis.
Al igual que en otras industrias, todos en el sector textil, desde los diseñadores a los productores de moda, nos debemos plantear una nueva forma de generar prendas que nos permita seguir disfrutando de nuestro planeta. Por ello, están surgiendo alternativas a la moda “fast-fashion” de economía lineal: producir, usar y tirar. Surgen nuevos movimientos que apuestan por la moda sostenible con distintas formas de conseguir los tejidos: hablamos del reciclaje y el suprareciclaje o “upcycling”.
Sin embargo, estas iniciativas no tendrán cabida si los consumidores siguen apoyando con su compra la “fast fashion”.
6. ¿Tenéis alguna mejora para un futuro?
Sí, estamos pensando en nuestra nueva colección de invierno que introduzca nuevas dimensiones, pero todavía estamos analizando y os lo iremos contando paso a paso en nuestras redes.
Además no sólo hablamos de moda, queremos ofrecer una visión más holística del mundo sostenible, ofrecemos recetas de cosmética que podemos elaborar por nosotros mismos “do yourself”, charlas interesantes como por ejemplo: ¿ la moda esclaviza o libera? Liderada por un experto en la materia.
¡Esperamos que todas estas iniciativas sean de vuestro deleite!
Para conocer proyectos con impacto social en los que puedes participar visita U4IMPACT
Referencias
Ellen MacArthur Foundation, 2017. A New Textiles Economy: Redesigning Fashion’sFuture