Cuando era pequeña estaba obsesionada con El Rey León y en especial con su banda sonora. Recuerdo que la tenía grabada y la escuchaba constantemente mientras correteaba y cantaba por la casa. La mayoría de las veces no entendía nada de lo que estaba diciendo, pero eso no me impedía gritar y ser feliz.
Mi canción preferida era sin duda la del principio de la peli.
Más conocida como
aaaaachuweinnnaaaa
uma mamaaa
(o algo así)
Ahora pienso que la parte de la letra que sí se entiende, me hubiera venido bien cuando estaba terminando la uni. Por algo que ahora te voy a explicar.
Primero te canto la canción:
En el ciiiicloooo sin fiiiinnn
que nos mueeeve a toooodoooss
y aunque esteeemos sooooloooos
debemooooss buscaaarr
Hasta encontraaar
Nuestro gran legaaadoo
En el ciiicloooooo
El ciiiclooo sin fiiiiinnnn
Es curioso porque al igual que de pequeña correteaba por el pasillo sin saber lo que estaba cantando, más tarde correteaba por los pasillos de la uni sin saber lo que quería de mi futuro.
Bueno, algo sí sabía.
Sabía que quería terminar el TFG.
Sinceramente. Ojalá haberme dado cuenta de lo que esta canción quería decir cuando estaba en esos momentos de “Me da igual todo. Yo lo que quiero es terminar ya”.
Porque mira. Resulta que después del TFG o del TFM en realidad, terminar terminar, no terminas. Luego toca buscar trabajo y ahí comienza una etapa que durará mucho más tiempo que tus estudios.
Esto no te lo estoy diciendo para que te dé el bajón (supongo que ya sabías que tocaba trabajar después de estudiar). Te lo digo porque si lo piensas, en realidad tu TFG o TFM, puede ser parte de ese ciclo sin fin en el que tú aportas – como dice la canción- tu gran legado al mundo.
Es decir, en lugar de echarle mil horas al TFG o TFM,
puedes echarle mil horas a empezar a crear tu legado.
Mil horas de “sentirte útil”.
Mil horas de algo bueno para el mundo.
Y en lugar de dejar esos papeles en un cajón y cerrar el ciclo de tus estudios, tu Trabajo Final puede ser parte de un ciclo sin fin en el que estás contribuyendo desde ya.
Una contribución que te abra las puertas a un futuro profesional mucho más pleno que si buscases trabajo simplemente “porque es lo que toca”.
¿Qué tal te suena?
No me creas solo porque te haya caído bien con lo del Rey León.
Quiero que lo cuestiones, y te cuestiones a ti.
¿Podría tener sentido para ti aportarle algo al mundo desde ya mismo?
Si crees que sí, te dejo aquí algunas ventajas de pensar en tu Trabajo Final como un puente para tu futuro profesional y para tu contribución al mundo.
1. Comienzas a centrarte en lo que verdaderamente te importa
Aquí te surgen cuestiones muy chulas. Partiendo de:
¿Qué me importa a mí? ¿Qué quiero solucionar en el mundo?
Esto te ayuda a tener mucho más claras tus prioridades tanto a la hora de elegir el tema para tu trabajo como en tu futura búsqueda laboral.
2. Inviertes tu tiempo en un problema real que merece la pena.
No es lo mismo levantarte por la mañana “para hacer el trabajo obligatorio porque si no lo hago no me dan el título”.
Que levantarte para contribuir al mundo con algo importante. Los párpados no te pesan lo mismo y la alarma del móvil no te taladra tanto los tímpanos. Y pasará lo mismo con tu futura carrera profesional si decides orientarla a contribuir, y no a desear que sea viernes.
3. Comienzas a aportar sin esperar a que alguien te contrate para hacerlo.
Desarrollar tus habilidades desde ya.
Trabajar en tus inquietudes desde ya.
Comenzar un proyecto desde ya.
Dependiendo de ti, de cuánto te importe.
Con este sistema eres útil desde el minuto uno y podrás utilizar todos los conocimientos y experiencia adquiridos para aportar mucho más en el futuro.
4. Te presentas a gente con tus mismos intereses e inquietudes
Que persigue solucionar problemas parecidos a los que quieres solucionar tú y comienzas a crear una red de contactos sólida.
Esa persona a la que admiras o esa otra que no conocías de nada pero te ha enganchado con su proyecto, están a un click y un saludo de distancia. Y tú tienes un motivo súper interesante para que quieran charlar contigo.
Esto es ORO para tu futuro, en serio.
5. Comienzas a creer más en ti, en tus conocimientos y en tu proyecto
Te gusta, aporta algo útil y puede ayudar a otras personas, ganas autoconfianza.
Mucha más que si emplearas todo este tiempo en un proyecto que ni te va ni te viene.
Si el anterior consejo era oro, este directamente es oxígeno. Creer en ti es fundamental para tu evolución, te abrirá muchas puertas y te ayudará enormemente a continuar ese camino que elijas recorrer para contribuir al mundo.
Y podría seguir con más ventajas, pero también es interesante que las descubras tú.
Considera el final de tus estudios como el principio de tu contribución al mundo.
Considera formar parte de un ciclo sin fin.
Y piensa que de esta manera, tu carrera profesional no empezará desde cero, si no que podrá ser la continuación a la aportación que hagas con tu TFG o TFM.
De nuevo, no me creas a mí.
Cuestiónalo.
Hazte preguntas y saca tus propias conclusiones.
Para conocer proyectos de impacto social en los que puedes participar visita U4IMPACT.